miércoles, 15 de mayo de 2019

Ejemplo clinicos: VIRUS

Virus de la rabia

El virus de la rabia pertenece a la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus tipo 1, tiene forma de bala o bastoncillo y mide entre 130 y 240 por entre 65 y 80 nm. Este virus consta de una sola cadena de ARN. Su envoltura está constituida por una capa de lipidos cuya superficie contiene cinco proteínas estructurales: la G (glico proteína) que alterna con proteínas M1 y M2 (proteínas matriz); en la nucleocápside se encuentran las proteínas N (nucleoproteína), NS (nucleocápside) y L (transcriptasa). La glicoproteína es el mayor componente antigénico, responsable de la formación de anticuerpos neutralizantes que son los que confieren inmunidad.
No obstante, es posible que participen otros mecanismos en la protección contra la enfermedad. En hasta el 99% de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos. No obstante, la enfermedad afecta a animales tanto domésticos como salvajes y se propaga a las personas normalmente por la saliva a través de mordeduras o arañazos.

Síntomas:

El periodo de incubación de la rabia suele ser de 1 a 3 meses, pero puede oscilar entre una semana y un año, dependiendo de factores como la localización del punto de inoculación y la carga vírica. Las primeras manifestaciones son la fiebre acompañada de dolor o parestesias en el lugar de la herida. La parestesia es una sensación de hormigueo, picor o quemazón inusual o no explicable por otra causa. A medida que el virus se propaga por el sistema nervioso central, se produce una inflamación progresiva del cerebro y la médula espinal que acaba produciendo la muerte.

La enfermedad puede adoptar dos formas:

En la primera, la rabia furiosa, los enfermos presentan signos de hiperactividad, excitación, hidrofobia (miedo al agua) y, a veces, aerofobia (miedo a las corrientes de aire o al aire libre), y la muerte se produce a los pocos días por paro cardiorrespiratorio.

La otra forma, la rabia paralítica, representa aproximadamente un 30% de los casos humanos y tiene una evolución menos grave y, por lo general, más prolongada. Los músculos se van paralizando gradualmente, empezando por los más cercanos a la mordedura o el arañazo. El paciente va entrando en coma lentamente y acaba falleciendo. A menudo, la forma paralítica no se diagnostica correctamente, lo cual contribuye a la subnotificación de la enfermedad.

Transmisión:

La infección en las personas suele producirse por la mordedura o el arañazo profundos de un animal infectado, y la transmisión por perros rabiosos es la fuente del 99% de los casos humanos. Asia y África son las regiones con mayor carga de esta enfermedad y donde ocurren más del 95% de las muertes por rabia.

En las Américas, los murciélagos son la principal fuente de infección en los casos mortales de rabia, puesto que la transmisión a ser humano por mordedura de perros rabiosos se ha interrumpido casi por completo. La rabia del murciélago se ha convertido recientemente en una amenaza para la salud pública en Australia y Europa Occidental. Los casos mortales en humanos por contacto con zorros, mapaches, mofetas, chacales, mangostas y otros huéspedes carnívoros salvajes infectados son muy raros, y no hay casos conocidos de transmisión a través de mordeduras de roedores.

También puede haber transmisión al ser humano por contacto directo con mucosas o heridas cutáneas recientes con material infeccioso, generalmente saliva. La transmisión de persona a persona por mordeduras es teóricamente posible, pero nunca se ha confirmado.








VIRUS DE ZIKA



El virus de Zika es un virus emergente transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en Uganda, en 1947 en macacos de la India a través de una red de monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Posteriormente, en 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzanía. Se han registrado brotes de enfermedad por este virus en África, las Américas, Asia y el Pacífico.

El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) de la enfermedad por el virus de Zika no está claro, pero probablemente sea de pocos días. Los síntomas son similares a los de otras infecciones por arbovirus, entre ellas el dengue, y consisten en fiebre, erupciones maculopapulares, conjuntivitis, mialgias, artralgias, malestar y cefaleas; suelen durar entre 2 y 7 días.




Signos y síntomas:

El periodo de incubación (tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de los síntomas) estimado de la enfermedad por el virus de Zika es de 3 a 14 días. La mayoría de las personas infectadas son asintomáticas. Los síntomas, generalmente leves y de 2 a 7 días de duración, consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas.






Complicaciones de la enfermedad:

La infección durante el embarazo es causa de microcefalia y otras malformaciones congénitas. Asimismo, se asocia a complicaciones del embarazo, como el parto prematuro, el aborto espontáneo y la muerte intrauterina.

La infección también es un desencadenante de síndrome de Guillain-Barré, neuropatía y mielitis, sobre todo en adultos y niños mayores.

Se siguen investigando las estrategias de prevención y control, así como los efectos de la infección en el embarazo y en otros trastornos neurológicos en niños y adultos.

Transmisión:

El virus de Zika se transmite a las personas principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, y sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Los mosquitos Aedes suelen picar durante el día, sobre todo al amanecer y al anochecer, y son los mismos que transmiten el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla.

Además, el virus puede transmitirse de la madre al feto durante el embarazo, y también por contacto sexual, transfusiones de sangre y productos sanguíneos, y trasplantes de órganos.

Diagnóstico:

La infección puede sospecharse a partir de los síntomas en personas que residan o viajen a zonas donde haya transmisión del virus y/o mosquitos vectores (Aedes). Sin embargo, el diagnóstico solo se puede confirmar mediante pruebas de laboratorio en muestras de sangre o de otros líquidos corporales, como la orina o el semen.

Tratamiento:

No hay tratamiento para la infección por el virus de Zika ni para las enfermedades a las que se asocia.

Los síntomas de la infección suelen ser leves. Los pacientes con síntomas como fiebre, erupciones cutáneas o artralgias deben estar en reposo, beber líquidos suficientes y tomar medicamentos comunes para el dolor y la fiebre. Si los síntomas empeoran deben consultar al médico.

Las embarazadas residentes en zonas donde haya transmisión del virus o que presenten síntomas compatibles con la infección deben consultar al médico para hacerse pruebas de laboratorio y recibir atención clínica.






  • La enfermedad por el virus de Zika es causada por un virus transmitido principalmente por mosquitos del género Aedes, que pican durante el día.

  • Los síntomas, generalmente leves y de 2 a 7 días de duración, consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas. La mayoría de las personas infectadas son asintomáticas.

  • La infección el virus de Zika durante el embarazo puede causar microcefalia y otras malformaciones congénitas, que constituyen el síndrome congénito por el virus de Zika. La infección también se asocia a otras complicaciones del embarazo, como el parto prematuro y el aborto espontáneo.



Virus de la influenza

Es una infección viral que ataca el sistema respiratorio, es decir, la nariz, la garganta y los pulmones.


Las personas con mayor riesgo de padecer complicaciones debido a la gripe incluyen:

· Niños menores de 5 años, y especialmente los menores de 2 años.

· Adultos mayores de 65 años.

· Residentes de casas de reposo y otras instalaciones de cuidado a largo plazo.

· Mujeres embarazadas y mujeres en un período de hasta dos semanas después del parto.

· Personas con sistemas inmunitarios debilitados.

· Personas que padecen enfermedades crónicas, como asma, enfermedades cardíacas, enfermedades renales, enfermedades hepáticas y diabetes.

· Personas muy obesas, con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o má.


Síntomas:

Inicialmente, la gripe puede parecer un resfriado común con secreción nasal, estornudos y dolor de garganta. Pero los resfriados generalmente se manifiestan lentamente, mientras que la gripe tiende a aparecer repentinamente. Y aunque un resfriado puede molesto, generalmente la sensación es mucho peor con la gripe.

Los signos y los síntomas comunes de la gripe incluyen: fiebre por encima de los 100,4 °F (38 °C), dolor muscular, escalofríos y sudores, dolor de cabeza, tos seca y persistente, fatiga y debilidad, congestión nasal y dolor de garganta.

Causas:

Los virus de la gripe viajan en el aire en gotas cuando alguien con la infección tose, estornuda o habla. Puedes inhalar las gotas directamente o puedes entrar en contacto con los gérmenes que están en un objeto, como un teléfono o el teclado de una computadora, y luego transferirlos a los ojos, la nariz o la boca.

Las personas que tienen el virus pueden contagiar desde algunos días antes de que aparezcan los primeros síntomas hasta alrededor de cinco días después de que hayan comenzado. Los niños y las personas con sistemas inmunitarios debilitados pueden contagiar por un período de tiempo ligeramente mayor.

Los virus de la influenza están cambiando constantemente, y aparecen nuevas cepas de manera regular. Si has tenido influenza antes, tu cuerpo ya ha generado anticuerpos para combatir esa cepa particular del virus. Si los virus de influenza son similares a los que te has expuesto antes, ya sea por haber tenido la enfermedad o haberte vacunado, esos anticuerpos pueden prevenir la infección y disminuir su gravedad.

Sin embargo, los anticuerpos contra los virus de la gripe a los que te has expuesto en el pasado no pueden protegerte de los nuevos subtipos de influenza, ya que pueden ser muy diferentes inmunológicamente a los que has tenido previamente.


Prevención:

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacunación anual contra la gripe para todas las personas a partir de los 6 meses de vida.

La vacuna contra la gripe estacional de cada año brinda protección contra los tres o cuatro virus de la influenza que se prevé que serán más frecuentes durante la temporada de gripe de ese año. Este año, la vacuna estará disponible como inyección y aerosol nasal.

La vacuna para la influenza no es 100 % efectiva; por ende, también es importante que tomes medidas como las siguientes para reducir la propagación del contagio:

· Lávate las manos. El lavado de manos riguroso y frecuente es una manera efectiva de prevenir muchas infecciones comunes. O bien, utiliza desinfectantes de manos a base de alcohol si el agua y el jabón no son de fácil acceso.

· Aguanta la tos y el estornudo. Cúbrete la nariz y la boca cuando estornudes o tosas. Para evitar la contaminación de las manos, tose y estornuda en un pañuelo de papel o en el pliegue interno del codo.

· Evita las multitudes. La gripe se propaga fácilmente cuando la gente se reúne en los centros de cuidado infantil, las escuelas, las oficinas, los auditorios y el transporte público. Al evitar las multitudes durante la temporada alta de gripe, reduces las posibilidades de contagio. Si estás enfermo, quédate en casa por al menos 24 horas después de que la fiebre haya desaparecido para que reduzcas las posibilidades de contagiar a otros.


Tratamiento:

Tres medicamentos son medicamentos antirretrovirales químicamente relacionados, conocidos como inhibidores de la neuraminidasa, que inhiben la enzima neuraminidasa viral y actúan contra los virus de influenza A y B: ​​​​​​​fosfato de oseltamivir oral (disponible en versión genérica o con el nombre comercial Tamiflu®), zanamivir por inhalación (nombre comercial Relenza®) y peramivirintravenoso (nombre comercial Rapivab®).

El cuarto medicamento es el baloxavir marboxil oral (nombre comercial Xofluza®), que actúa contra los virus de influenza A y B, pero tiene un mecanismo de acción diferente al de los inhibidores de la neuraminidasa. Baloxavir es un inhibidor de la endonucleasa dependiente de la cápsula​​​​​​​ que interfiere en la transcripción del ARN viral e impide la reproducción del virus.



MONONUCLEOSIS


Es una enfermedad provocada por un virus de la familia de los herpes. También conocida como la enfermedad del beso, causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos, signo que suele producirse en el cuello.


La mononucleosis es una enfermedad que afecta en mayor medida a escolares, adolescentes y adultos jóvenes. Es menos frecuente en niños preescolares (en la mayoría de las ocasiones, si están infectados carecen de síntomas visibles) y es muy inusual que se produzca en el primer año de vida. El periodo de mayor frecuencia en el que se producen estos casos es entre los 15 y los 17 años de edad.


Causas:

La mononucleosis o enfermedad del beso está producida por un virus de la familia herpes-viridae llamado virus de Epstein-Barr, que está distribuido por todo el mundo. Se transmite principalmente por las secreciones orales (saliva) mediante besos o intercambio de saliva, es decir, con un contacto personal estrecho, dado su baja contagiosidad.

El virus se elimina hasta 18 meses después de la infección primaria, luego se elimina intermitentemente durante toda la vida (en ausencia de enfermedad clínica). Con menos frecuencia puede contagiarse por transfusión sanguínea.

Síntomas:

La enfermedad tiene un periodo de incubación de entre 10 y 15 días durante los cuales no se notan síntomas. Cuando la enfermedad comienza a manifestarse, de 7 a 14 días se produce malestar general, cefalea, astenia, mialgias o dolores de abdomen, aunque a veces el inicio es brusco o agudo y el paciente presenta de forma repentina fiebre alta. En términos generales los síntomas son: fiebre, astenia, tumefacción de los ganglios linfáticos cervicales u occipitales, faringoamigdalitis, esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo y pueden aparecer son rinitis o edema de párpados.

La hepatitis es tan frecuente (hay alteración de las pruebas hepáticas en un 80 por ciento de los casos), que se considera otra característica del cuadro sintomático. Es anictérica (no hay color amarillo en piel y mucosas) y benigna. El aumento del tamaño del hígado o hepatomegalia está presente en aproximadamente un 10 por ciento de los casos.

En raras ocasiones se producen complicaciones pero, dentro de las posibles, destacan las siguientes:


• Neurológicas: meningitis, parálisis de los nervios craneales o encefalitis.

• Hematológicas: anemia hemolítica o trombopenia (disminución de las plaquetas).

• Respiratorias: neumonía.

• Rotura de bazo: es una complicación grave producida por un exceso de la hinchazón pero poco frecuente.

• Hepáticas (ictericia), renales y genitales (orquitis).


Diagnóstico:

El diagnóstico de la mononucleosis se realiza por el cuadro clínico y por las alteraciones en la sangre, causadas por un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos), siendo habitual la linfocitosis (aumento de los linfocitos) y el predominio de linfocitos atípicos.

Existe, además, una elevación moderada de las transaminasas en el 50 por ciento de los pacientes.

También se utilizan los estudios serológicos (análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus responsable) que demuestran la presencia de anticuerpos heterófilos, así como el estudio de anticuerpos específicos para el virus del Epstein-Barr (VEB).

Estos estudios ayudan a diferenciar esta enfermedad de otras que pueden tener síntomas similares, causadas por otros agentes como citomegalovirus, virus de la hepatitis, virus del sida, etcétera.





Tratamiento:

La mononucleosis requiere de un tratamiento que esté dirigido a tratar los síntomas más que la enfermedad en sí. Se suele recomendar mucho reposo y dormir, para que la fiebre pueda remitir con la máxima rapidez y los ganglios linfáticos se alivien. Adicionalmente, pueden recetarse medicamentos para reducir la fiebre en el que caso de que ésta sea muy elevada, siempre que sea bajo prescripción facultativa.

En algunos pacientes, los menos, pueden aparecer complicaciones que se traducen en infecciones adicionales que se desarrollan a causa de algunas bacterias. Por lo general, en estos casos se recomienda el uso de antibióticos. En este caso, hay que tener en cuenta que algunos antibióticos, como la ampicilina, pueden provocar una reacción de hipersensibilidad en la piel, apareciendo por todo el cuerpo manchas rosas, pero es una reacción benigna que no causa más complicaciones.


Virus de papiloma humano (VPH)

Por lo general, la infección por virus del papiloma humano (VPH) produce verrugas en la piel o sobre las membranas mucosas. Algunos tipos de infección por VPH producen cáncer de cuello uterino. Existen más de 100 variedades de VPH.

Los diferentes tipos de infección por VPH producen verrugas en diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, algunos tipos de infección por VPH provocan verrugas plantares en los pies, mientras que otros tipos generan verrugas que aparecen, principalmente, en la cara y en el cuello.




Causas:

La infección por el VPH se produce cuando el virus ingresa al cuerpo, habitualmente a través de un corte, una abrasión o un pequeño desgarro en la piel. El virus se transmite principalmente por el contacto piel con piel.

Las infecciones genitales por el VPH se contraen a través de las relaciones sexuales, el sexo anal y otro tipo de contacto piel con piel en la región genital. Algunas infecciones por el VPH que causan lesiones orales o en las vías respiratorias superiores se contraen a través del sexo oral.

Si estás embarazada y tienes una infección por el VPH con verrugas genitales, las verrugas podrían agrandarse y multiplicarse durante el embarazo. Es posible que el tratamiento tenga que esperar hasta después del parto.

Las verrugas genitales grandes pueden obstruir el canal de parto y complicar el parto vaginal. La infección podría vincularse con un crecimiento no canceroso poco frecuente en la laringe del bebé.

Las verrugas son contagiosas. Se transmiten mediante el contacto con una verruga o con algo que haya tocado la verruga.

Signos y síntomas:

Lamentablemente, la mayoría de las personas que tienen un tipo de VPH de alto riesgo no muestran signos de la infección hasta que ya ha causado graves problemas de salud. Es por eso que los chequeos regulares son tan importantes. En muchos casos, el cáncer cervical se puede prevenir al detectar cambios anormales en las células que, de no tratarse, pueden convertirse en cáncer.


Diagnostico:

La prueba de Papanicolaou, conocida comúnmente como citología vaginal, sirve para detectar estas células anormales en el cuello uterino. La citología vaginal puede detectar células anormales en tu cuello uterino. Esta no es una prueba que detecta cáncer o el VPH de forma directa, pero puede descubrir cambios anormales en las células que seguramente son causados por el VPH. Las áreas afectadas pueden ser monitoreadas por tu enfermera o médico y tratadas antes de que se vuelvan algo más grave.

No existe un examen que detecte los tipos de VPH de alto riesgo que causan infecciones en la vulva, el pene, el ano o la garganta, y estas infecciones no provocan síntomas por sí mismas.

Tratamiento:

No existe tratamiento para el virus, pero si tienes el VPH de alto riesgo, este puede causar cambios anormales en las células que pueden provocar cáncer. Si el resultado de tu citología vaginal es anormal, puede que necesites más exámenes y/o tratamientos incluyendo:

· Colposcopia: un procedimiento para observar más de cerca el cuello del útero para ver si hay células precancerosas.
· Crioterapia: tratamiento para congelar y extirpar las células precancerosas del cuello uterino.
· LEEP o procedimiento de extirpación electroquirúrgico de lazo: tratamiento para extirpar células precancerosas del cuello uterino por medio de una corriente eléctrica.



Adenovirus

Los adenovirus son virus DNA que se clasifican de acuerdo con la presencia de 3 antígenos mayores en la cápside (hexona, pentona y fibra). En general, la infección se contrae por el contacto con secreciones (incluso en dedos de pacientes infectados) de una persona infectada o con un objeto contaminado (p. ej., toallas, instrumentos). La infección puede transmitirse por el aire o el egua. La descamación viral asintomática desde el tubo digestivo o las vías respiratorias puede continuar durante varios meses o incluso durante años.



Signos y síntomas:

En los huéspedes inmunocompetentes, la mayoría de las infecciones por adenovirus son asintomáticas, aunque en ciertas ocasiones pueden provocar un amplio espectro de manifestaciones clínicas. El síndrome más frecuente, que se presenta sobre todo en niños, consiste en fiebre, en general 39°C que dura 5 días. También puede aparecer odinofagia, tos, rinorrea u otros síntomas respiratorios. Se describió otro síndrome caracterizado por conjuntivitis, faringitis y fiebre (fiebre faringoconjuntival). Algunos síndromes infrecuentes por adenovirus, que se detectan en lactantes, pueden manifestarse con bronquiolitis grave y neumonía.


La queratoconjuntivitis epidémica a menudo puede ser grave y, esporádicamente, puede provocar epidemias. La conjuntivitis suele ser bilateral y suelen palparse adenopatías preauriculares. También pueden identificarse quemosis, dolor y lesiones corneales punteadas visibles con tinción de fluoresceína. Los signos y síntomas sistémicos son leves o están ausentes.



Diagnóstico:

El diagnóstico de adenovirus con pruebas de laboratorio rara vez afecta el manejo. Durante la enfermedad aguda, el virus puede aislarse de las secreciones respiratorias y oculares y con frecuencia se encuentra en las heces y la orina. Un aumento de 4 veces en el título en suero indica una infección por adenovirus reciente.

Tratamiento:

El tratamiento está dirigido a los síntomas y consiste en medidas de apoyo. En pacientes inmunodeficientes, se han usado ribavirina y cidofovir; los resultados fueron variables.

Para reducir al mínimo la transmisión, los profesionales de la salud deben cambiarse los guantes y lavarse las manos después de examinar a los pacientes infectados, esterilizar el instrumental adecuadamente y evitar el empleo del mismo instrumento oftalmológico en más de un paciente.

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- Las vacunas con adenovirus vivos tipos 4 y 7, administradas por vía oral en una cápsula con cubierta entérica, pueden reducir la enfermedad en las vías respiratorias inferiores. La vacuna no estuvo disponible durante varios años, pero se reintrodujo en 2011. Sólo está disponible para el personal militar. Se puede administrar a pacientes de 17 a 50 años de edad, y no debe aplicarse a embarazadas o mujeres que están amamantando.

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